martes, 14 de octubre de 2008

Rosa Romanos, especialista en desarrollo humano

Noticia enviada por Alvaro Rodriguez Maldonado

Traducir los deseos, sentimientos y estados de ánimo en acciones específicas con la finalidad de ser efectivos en el terreno personal y laboral es mucho más complejo de lo que parece. A este respecto, aún no existen reglas o fórmulas mágicas que se puedan recetar. Cada uno de nosotros establece la metodología que considera idónea para ello.Para aclarar algunas dudas sobre esta materia tan interesante, contamos con la participación de Rosa Romanos Royo, estudiosa de este tópico y persona abocada a todo lo que concierne al desarrollo humano.

16/04/2008 RecursoHumano.com - Legis Editores


P: Hoy día, entre los profesionales se habla mucho de Inteligencia Emocional (IE), ¿Cómo define Ud. este concepto?
R: Inteligencia emocional es una nueva construcción para la cual, aún en los círculos de profesionales dedicados a ello todavía se busca una completa definición, lo que quiere decir que todavía no se sabe mucho. Sin embargo, todos tenemos emociones y sabemos a lo que nos estamos refiriendo. Algunas personas reconocidas hacen definiciones como:
Mayer, Salovey y Caruso: Capacidad de percibir y expresar emociones, de asimilar las emociones en el pensamiento, de comprender y razonar con las emociones y de regular las emociones en uno mismo y en los demás. Daniel Goleman: Capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos.
Emily Sterrett: Hace referencia al conjunto de destrezas de gestión de personal y destrezas sociales que nos permiten triunfar en el puesto de trabajo y en la vida en general.
Pablo Fernández-Berrocal: Percibir, comprender y regular las emociones propias y las de los demás.
En lo que sí parecen ponerse de acuerdo todos los autores es en lo que señala Daniel Goleman como aptitudes para reconocer y regular las emociones propias y de los demás.
Buscar una definición parece que se ha convertido en ir a la caza y captura de algo que si bien todavía no somos capaces de manejar, ¿cómo vamos a definirlo bien?
La definición más clara la encontraremos a medida que vayamos centrándonos en comprender nuestras propias emociones desde la experiencia propia y no desde una idea teórica.
De todas formas yo tengo mi propia definición:Inteligencia emocional es estar dispuesto a aprovechar esas emociones que son parte intrínseca de los seres humanos y transformarlas en nuestro beneficio, permitiendo que interactúen de forma natural.
P: ¿Cuáles son las diferencias entre Inteligencia Emocional (IE) e Inteligencia Práctica (IP)?
R: Las diferencias entre inteligencia emocional e inteligencia práctica las creamos nosotros, nuestros miedos y bloqueos porque en realidad lo único que nos falta es dar el paso de querer aprender mediante un buen método práctico a transformar las emociones.La Inteligencia emocional está en el plano teórico y de conceptos.La Inteligencia práctica está en el plano de la experiencia.Yo creo que no deberíamos hablar de diferencias sino de distancias entre una y otra. Lo que separa una de la otra es nuestra mente, creemos poder resolver con ideas algo que se resuelve sencillamente con hechos. Y no podremos comprender las emociones si no las miramos desde otros ángulos y puntos de vista, así que si la distancia que separa una de otra es nuestra mente, entonces, lo que tendremos que hacer es empezar a limpiar nuestra mente de miedos, prejuicios, tabúes y demás basura que no nos deja ver claro.
P: Como todos sabemos, hay empleados que conocen muy bien la teoría de su trabajo. Sin embargo, en la práctica son poco eficientes, ¿A qué se debe esta situación?
R: Esta pregunta es muy genérica y hablando sobre ello no vamos a solucionar nada pero hay algo que diferencia a unos profesionales de otros.
Supongamos que dos personas con las mismas características socioculturales y económicas estudian una carrera en la universidad, mientras están en la universidad no hay diferencias entre ellos, están estudiando.Las distinciones empiezan a la hora de buscar trabajo, aquí ya no tiene nada que ver lo que saben sino cómo lo utilizan, es decir, cómo emplean sus habilidades.
Por lo tanto un trabajador será eficiente si desarrolla habilidades humanas en su beneficio, por ejemplo, controlarse en situaciones extremas, modificar situaciones, y otras muchas habilidades, todo ello para rodearse de un ambiente que le beneficie a él y por tanto a su empresa.
Tal vez deberíamos empezar a aceptar que tan importante es una formación académica como una formación humana en profundidad, sin prejuicios de lo que ello supone.
P: ¿De qué manera la Inteligencia Emocional (IE) puede ayudar a una organización a alcanzar sus metas?
R: Si la meta de una organización es conseguir un buen puesto en el mercado e importantes beneficios sin tener en cuenta el capital humano en todos los sentidos imaginables, entonces a ese tipo de organizaciones no le podrá ayudar el trabajo que se haga sobre calidad humana.
Los responsables de Recursos Humanos no lo tienen nada fácil, por un lado, hay potentes empresas que ejercen una gran influencia sobre la empresa para ir sacando el mayor partido posible a su situación de asesoría. Por otro lado, la falta de tiempo en todas las empresas es un punto flaco sobre el que muchos se aprovechan.
Algunos responsables de Recursos Humanos reflejan claramente el caos en el que sus empresas están inmersas y lo manifiestan en sus actos desesperados por encontrar un método que en un solo día les haga cambiar lo que en muchos años no pueden. Es querer que los demás solucionen los problemas que nosotros no queremos solucionar. Es pasar la manzana podrida a otro. Estas empresas tampoco creerán en un método práctico de trabajo sobre calidad humana.
El trabajo que se haga sobre este tema sólo podrá ayudar a empresas que incorporen en su filosofía empresarial un proyecto de trabajo práctico sobre calidad humana. Sólo un directivo despierto verá el camino correcto, los demás verán miedo, vergüenza, pérdida de tiempo…
Sólo se beneficiarán las empresas que dediquen tiempo y cambien su punto de vista y lo hagan con hechos.
P: Toda empresa tiene un capital intelectual y un capital emocional, ¿Cómo se vinculan ambos?
R: Yo diría que lo que tienen las empresas es un capital potencial humano y que no sólo de ellas depende tomar las medidas necesarias para beneficiarse, sino que los principales responsables pero a la vez beneficiados, son los trabajadores.
El capital intelectual lo controla la empresa y hablar de capital emocional es más revolucionario porque no es controlable por la empresa, esto forma parte del interior de una persona y, por tanto, sólo las personas de forma individual y voluntaria son quienes tienen la última palabra a la hora de aceptar programas sobre desarrollo humano.
Entonces de lo que hay que tratar es de vincular la empresa y el trabajador, ambos tienen que hacer un trabajo de complicidad para salir beneficiados.
P: Todo tiempo de crisis simultáneamente implica nuevas oportunidades pero, ¿Cómo pueden las personas aprovechar estas oportunidades?
R: Hay muchos tipos de crisis con sus diferentes causas y efectos. En algunos casos las crisis llegan porque damos demasiada importancia a unas cosas y abandonamos otras también importantes. Suponiendo que estamos hablando de una crisis natural, es decir, porque las cosas cambian de forma natural, en este caso sencillamente lo que tenemos que hacer es aceptar que nada es para siempre y que todo llega a su fin. En realidad esa es la disposición natural con la que cada día deberíamos levantarnos, sabiendo que todo puede cambiar y lo que sencillamente tenemos que hacer es intentar hacer las cosas lo mejor posible sin la preocupación de ¿qué pasará cuando se acabe?, de esta forma no ofrecemos resistencia al cambio que constantemente se está produciendo en la empresa y en la vida.
Toda crisis nos da la oportunidad de reconocer los errores, aprender de ellos y modificar lo necesario. Nos da la oportunidad de saber qué es lo que no se ha hecho bien y en lugar de perder tiempo buscando responsables, lo más provechoso es no repetir el error. En definitiva, independientemente de lo que haya causado una crisis, la mayor oportunidad que podemos aprovechar es la de aprender. Si nuestra actitud diaria es la de querer aprender de los errores, las crisis no se verán como tal sino como una nueva oportunidad para aprender. Estar dispuesto a aprender de los errores es haber dejado atrás algunas emociones que nos perjudican, o lo que es lo mismo, es haber limpiado nuestra mente de emociones como la vergüenza, el orgullo, los celos, el amor propio, el deseo de sobresalir, el miedo… entre otros.
P: ¿De qué manera la Inteligencia Emocional (IE) puede hacer más creativos a los trabajadores?
R: La inteligencia emocional por sí sola no puede hacer más creativos a los trabajadores. Lo que sí puede hacerlos más creativos es la inteligencia emocional aplicada desde el punto de vista de la libertad.
La creatividad es un don que algunas personas poseen al nacer y además es un valor humano que se puede desarrollar. Cuando las personas nos liberamos de rencor, odio, envidia, estrés, mal humor… dejamos limpia parte de nuestra mente, nos permite centrarnos en disfrutar de las cosas, compartir las ideas y trabajar en un ambiente interior libre de obstáculos, a partir de ahí cada trabajador podrá sacar lo mejor que tenga.
Entrevista recogida en Navactiva, portal de las empresas de Navarra (http://www.navactiva.com/web/es/arrhh/act/resumen/2008/04/16/46542.php)

Entrevista facilitada por http://www.beginning-s.com/

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