domingo, 30 de noviembre de 2008

La inducción y el who is who? en las organizaciones

Noticia enviada por Anabel García Moreno

Cuando nos incorporamos a una organización -que hace las cosas seriamente- pasamos por un proceso de inducción que, grosso modo, nos permite conocer algunos aspectos generales: misión, visión, estructura orgánica, proceso productivo, mercados, etcétera. El propósito es que vayamos adaptándonos o, para decirlo técnicamente, que vayamos socializándonos. Esta tarea iniciática es de suma importancia. No obstante, en muchos casos no se realiza o se hace de manera rutinaria; tan solo para cumplir con una de las fases del proceso de incorporación de nuevos trabajadores. Por ello hay algunos que no tienen ni idea de en donde están; cumplen con la función que les han encomendado y jamás se preguntan cómo es que lo que hacen contribuye con un objetivo mayor. Indudablemente esto atentará contra toda posibilidad de identificación con la empresa. Ahora bien, tampoco podríamos sostener que una buena inducción asegura que el trabajador termine bien socializado. En realidad, la socialización es un proceso lento y, por ende, durable. Incluso podríamos decir, hasta doloroso. Muchas veces la socialización nos permite comprobar que gran parte de las cosas que nos dijeron durante la inducción no son del todo ciertas, en especial las referidas a las jerarquías o al who is who? en la empresa. En tal sentido, este aprendizaje podría costarnos caro o, en el mejor de los casos, hacernos pasar agrios momentos. Felizmente podemos valernos de algunos datos de la realidad que nos permitan conocer -a tiempo- "cómo son las cosas en este lugar"; especialmente con respecto al tema de poder. Estos datos son muy visibles y podemos detectarlos rápidamente. Algunos indicadores podrían ser: 1.quiénes tienen el mejor lugar para estacionar su auto (el mejor lugar es el que está más cerca a las oficinas o aquel en donde nunca llega el sol o la lluvia); 2.quiénes tienen las oficinas más cómodas; 3.quiénes tienen la tecnología más moderna. Los muebles más finos y grandes; 4.quiénes pasan mucho tiempo hablando con la máxima autoridad (sea esta formal o informal, o ambas); 5.quiénes son los que no tienen hora de ingreso ni de salida; 6.quiénes son los que salen y entran de la empresa, permanentemente y en cualquier momento; 7.A quiénes pertenecen los teléfonos que suenan el mayor número de veces; 8.quiénes siempre tienen gente esperando para ser atendida; 9.quiénes siempre saludan con mucha seriedad, jamás con una sonrisa o con más de tres palabras; 10.quiénes son los que -en su oficina o fuera de ella- siempre están hablando con alguien directamente o por su celular; 11.quiénes tienen las secretarias con mayor carga de trabajo.

Obviamente, pueden existir otros. Pero si de esos once, alguien cumple con cinco ya sabrás algo más de lo que normalmente nos dicen en los procesos de inducción.


Opinión original de

http://ronaldmaravi.blogspot.com/

EL PERFIL QUE BUSCAN LAS EMPRESAS EN LAS POSICIONES GERENCIALES

Noticia enviada por Desiree Alvarez Suárez

En la medida que los profesionales avanzan en su desarrollo profesional encuentran cada vez más requisitos para lograr una posición gerencial. Ya no bastan los títulos de grado, posgrado o masters para ser seleccionados.

Tampoco las experiencias en diferentes empresas, ni la cantidad de personas que han tenido reportándoles. Parece un camino que cuando creen haberlo recorrido se abre a nuevas necesidades.

Hace algunos años se lograba crecer en las empresas por el simple hecho de la antigüedad. Sabían que ocuparían el puesto inmediato superior cuando el que lo ocupaba se iba o se jubilaba.

Esa historia antigua se reemplazó con un perfil de “profesional graduado en...” y se evaluaba el potencial de aprendizaje y la capacidad para “delegar y conducir personas”.

Surgieron los Gerentes jóvenes, emprendedores y proactivos capaces de gestionar los cambios constantes de la época.

Los conocimientos, habilidades y actitudes comenzaron a considerarse como un “Sistema” que tenía que funcionar completo.

Los profesionales hicieron (y hacen) posgrados y MBA’s con el objetivo de sumar conocimientos y ampliar su visión sobre el negocio.

Las habilidades para utilizar métodos y herramientas de gestión se sumaron a los conocimientos de lograr una visión global del negocio como forma de brindar nuevos aportes y trabajar en forma conjunta con todas las áreas de la organización.

Hoy, entonces, se comienza a observar cuál es la “actitud” del gerente frente a diversas situaciones, ya sea para conducir, negociar, influir sobre los demás y todas aquellas que lo muestren como un Lider Natural y no como un "jefe” que se escuda en su puesto para ser líder.

Esta permanente demanda nos llevó a hacer una investigación en empresas multinacionales, algunas con presencia en Argentina y otras no. La idea fue indagar sobre cuáles eran las competencias que más valoraban en sus líderes.

El resultado fue que el 60% de las competencias que se buscan, están relacionadas con la actitud y el resto con el nivel Educacional y la experiencia concreta en las áreas que le competen.

El siguiente cuadro muestra las empresas consultadas y enumera las condiciones que valoran al momento de seleccionar a una persona para una puesto de conducción.

Cada una de esas competencias, estrechamente ligadas a la actitud representan un verdadero desafío para quienes quieran ocupar u ocupan posiciones de líderes y si se profundiza en ellas,

se verá cómo para ser líder es necesario reconocer que lo más importante será orientar su acción a construir confianza como condición para generar un vínculo jefe – colaborador y sin habilidad para el buen manejo de las relaciones interpersonales eso se torna muy difícil.

Esta investigación fue realizada por el Lic. Edgardo Fernández Feijóo para Gloria Cassano & Asociados

En alguna medida, todas las personas contamos con estas competencias. Para desarrollarlas, ya que de eso se trata, se requiere de un esfuerzo personal que nace con la comprensión del nivel en el que se encuentra cada uno para, a partir de allí, comenzar a potenciarla.

Por un lado se trata de trabajar de manera consciente reflexionando sobre nosotros mismos y tratando de encontrar ejemplos concretos sobre cuánto tenemos desarrollado de cada una.

Por el otro, se trata de pedir a quienes nos rodean que nos den su punto de vista sobre cómo nos ven en ellas.

Elegir a aquellas personas en las que confiamos por su objetividad y no buscando las que, simplemente, tratarán de satisfacer nuestro ego. A veces es un familiar, otras un amigo o un par de nuestro trabajo, tal vez un jefe actual o anterior y, por qué no, un colaborador del presente o del pasado.

De estos resultados podremos obtener un cuadro que permitirá observar el grado de desarrollo de cada competencia. Una por una. Hasta descubrir la brecha entre lo óptimo y lo que se posee.

Achicar esa brecha será el ejercicio más desafiante para mejorar.

Si bien todas están estrechamente relacionadas y reformular una repercutirá en el resto, idealmente se trabajan en forma individual.

Visto a simple vista, parece algo muy sencillo: Me evalúo, pido que me evalúen y... modifico actitudes.

Generalmente no se logra un cambio si no es con acompañamiento. Así como es importante cursar una carrera para poder aprender, cursar un posgrado para aumentar los conocimientos y habilidades, etc.

La consultora, a partir de la investigación que se menciona, creó el Programa de Desarrollo de Competencias (PDCA) para líderes.

Partiendo de la premisa que si bien existen diferentes grados de dificultad, cualquier competencia puede ser desarrollada, con mayor o menor esfuerzo, siguiendo las fases del proceso de desarrollo. Estas fases son comunes a todas las competencias y la diferencia radica en el nivel de dificultad para su desarrollo.

1. Reconocimiento: Cuando identifico la competencia, la percibo y la veo en el comportamiento de los otros, pero no puedo explicarla ni ejercerla a través de mi propio comportamiento.

2. Comprensión: Puedo explicar la competencia, sé lo que se debe hacer, lo que la persona piensa cuando actúa, lo que la otra persona debe hacer para desarrollarla, pero no soy capaz de hacerlo por mí mismo.

3. Autoevaluación: Comprendo cual es mi situación actual y el camino hasta lograr el desarrollo de la competencia.

No es solamente mi evaluación, sino que acepto la percepción de los otros como válida y realista, ya que sus comportamientos hacia mí estarán en función de esa percepción.

4. Ejercitación: Pongo en práctica, dentro de un contexto seguro y controlado, los comportamientos necesarios para comenzar el desarrollo de la competencia. Busco retroalimentación para asegurarme que lo hago correctamente.

5. Hábito: Repito los comportamientos aceptados por mí y evaluados positivamente por los otros en mis actos diarios, en todas las situaciones de mi vida. El uso repetido del hábito correcto se transforma en el rol aceptado por los demás.

6. Retroalimentación: Busco información verdadera y objetiva de la percepción que los otros tienen de mis comportamientos, para lograr una estimación realista de mí mismo, como forma de continuar en el camino correcto para el constante desarrollo de mi competencia.

Esta metodología, permite en tres meses reconocer cambios pero fundamentalmente permite conocer una herramienta a poner en práctica toda vez que se intente mejorar algún aspecto de nuestra conducta.

La experiencia y los resultados obtenidos sobre 75 profesionales participantes de este programa durante 2004, fueron altamente satisfactorios.

Las mejoras en las actitudes no sólo les permitió ser mejores líderes sino también reconocer el impacto que su conducta tiene sobre las otras personas y cómo se logra la influencia para convencer a los demás respetando los valores y principios individuales.

Publicada originalmente por Gloria Cassano en la siguiente dirección de internet:

http://www.gestiopolis.com/Canales4/rrhh/perbuscanem.htm



Un entrenamiento taza a taza

Noticia enviada por Antonia Jurado Castro

La capacitación del personal constituye una de las inversiones en recursos humanos más importantes que una compañía puede llegar a hacer ya que contribuye significativamente al desarrollo personal y profesional de los individuos que se desempeñan en ella y, además, representa una evidente ventaja competitiva entre las organizaciones.
Para cualquier corporación el tiempo de entrenamiento debe ser significativo, especialmente para aquellas organizaciones internacionales que están a punto de desembarcar en un nuevo mercado a través, por ejemplo, de una compañía de joint-venture cuya cúpula directiva proviene de distintas empresas con una cultura y filosofía diferentes.
Por esta razón en casos en que una marca global este por ingresar a un nuevo mercado, lo más recomendable es que la alta dirección reciba un intensivo entrenamiento, enfocado en la excelencia operacional, para que los ejecutivos, a través del desempeño en diferentes áreas, se puedan ir nutriendo sobre la marca y, de esta manera, sepan cómo recrear de la mejor manera la autenticidad de la misma en el país.
Entonces, con el objetivo fundar las bases de la cultura que luego se desarrollaría en ese país se podría llevar a cabo un programa de entrenamiento que conste de tres etapas en las cuales, a través de clases teóricas y módulos prácticos, les permita al nuevo management involucrase con la marca desde el nivel básico operativo.
La primera instancia del programa, de carácter inductivo, estaría enfocada primero, en dar a conocer los fundamentos, misión y principios de la compañía y segundo, en ofrecer la posibilidad al directivo de entrenarse en diferentes puesto que le permitan, con el trabajo y las responsabilidades propias de ese puesto, fidelizarse con la marca desde el principio.
Teniendo en cuenta que se trata de una compañía internacional, en una segunda etapa, los ejecutivos deberían viajar al país de origen de la compañía para en primer lugar, conocer las raíces de la misma, es decir de dónde proviene y su cultura madre y en segunda instancia, poder interactuar con empleados de otros mercados. Esto posibilita entrar en contacto con toda la estructura y herramientas disponibles con las que pueden contar así como con las personas que servirán de ayuda; lo que permite conocer qué es lo que puede llegar a ser de utilidad para el propio mercado y en qué momento.
Como instancia final del proceso de capacitación, es fundamental familiarizarse también con la empresa operadora que oficia de socio de joint-venture de la marca internacional para el desembarco en el nuevo mercado, con el fin de poder estar al tanto del programa de desarrollo operativo y conocer más acerca de esta compañía. Lo que permitiría no sólo interiorizarse más sobre el socio de negocios sino también sobre la administración general de las operaciones.
Los empleados deberían constituir el activo más importante con el cual pueda llegar a contar una compañía, ya que ellos son los que crean la íntima conexión entre los clientes y la marca. Por eso, las organizaciones deben esforzarse por intentar crear el mejor ambiente posible de trabajo, que atraiga y retenga a los individuos con talento y sea considerado por ellos como un excelente lugar para trabajar. Sin dejar de lado la difícil tarea de poder constituir una cultura organizacional que se base en el respeto y la dignidad y que abrace la diversidad, que tiene que ver con las diferentes formas de ser y pensar.
Desde hace algunos años, las compañías le están dando cada vez más importancia a la capacitación, reconociendo los beneficios que hoy en día le aporta a las organizaciones. Si bien esta transición refleja un importante avance, lo ideal sería que las organizaciones se constituyan pensando en la gente; es decir que surjan con ese concepto y que el mismo se encuentre bien instalado en el seno de la misma. Esto es lo que la lleva a ser considerada como una de los mejores lugares para trabajar.
Para una compañía como Starbucks, en la cual el trato hacia los demás constituye uno de sus principios rectores, el tiempo dedicado a la capacitación de los partners (empleados) es fundamental, ya que posibilita las bases del futuro desarrollo. Es por eso que cada proceso está muy bien establecido, lo que asegura luego la consistencia en la Experiencia Starbucks; experiencia que comienza nada más y nada menos que por los mismos partners (empleados).


Publicada originalmente por
Ariela Collins, Gerente de Entrenamiento, Starbucks Coffee Argentina , en la siguiente dirección de internet:

http://learningreview.com/gestion-de-recursos-humanos/recursos-humanos-art%C3%ADculos-y-entrevistas/




Aumentan las inspecciones para erradicar conductas sexistas laborales

Noticia enviada por Escarlata Guerra Macías

Hacer una oferta de empleo para "directivo" y no "directivo/a" o que en una entrevista te pregunten si tienes pareja o hijos es tan normal que no se supone ilegal. Sin embargo, éstas situaciones, como las desigualdades salariales, de promoción laboral entre hombres y mujeres, o por razones de maternidad, son sancionables.

En los primeros ocho meses del año, en cumplimiento del Plan para la vigilancia en las empresas de la aplicación de la Ley de Igualdad, la Inspección de Trabajo ha realizado 873 actuaciones, en las que se han propuesto 49 sanciones, que suman 502.243 euros, y otros 218 requerimientos para subsanar deficiencias.

El Plan comprometía la inspección de más de 3.000 empresas este año. "Y se va a cumplir", asegura una portavoz del Ministerio de Trabajo e Inmigración. "Este último trimestre será definitivo" para alcanzar lo programado. La discriminación por razón de sexo en las ofertas de empleo y en la selección es la primera causa de denuncia ante el Instituto de la Mujer. Después están las condiciones laborales sobre conciliación, maternidad y permisos de lactancia, por cambios de funciones que llevan al "moobing", y diferencias retributivas.

Pero la mayor parte de las denuncias se canalizan a través de la Inspección de Trabajo y los sindicatos. Y aquí las causas se invierten. Apenas llegan demandas de particulares. "O no saben dónde ir o si ven un anuncio sexista no lo consideran denunciable ante la Inspección", señala la portavoz de Trabajo. "Cuando buscas empleo, no te planteas que si te preguntan si estás casada, tienes novio o piensas tener hijos, son cuestiones discriminatorias prohibidas por Ley. Es una práctica habitual y la gente no lo denuncia", explica Elisa García, responsable del departamento confederal de la mujer de UGT.

En el supermercado puede verse un anuncio que dice "se necesita camarero" junto a otro en el que se solicita "ayudanta para la cocina". "Está clarísimo dónde van a derivar a cada uno -añade-, pero es tan habitual y lo tenemos tan interiorizado, que no llegas a percatarte".

MOZO/A

Y las empresas deben adaptarse. "Hay categorías -mozo, licenciado, ingeniero- que hasta ahora iban ligadas a los dos sexos, pero tratamos que en las ofertas aparezca la fórmula "o/a" para evitar esas situaciones", explica Encarna Maroño, directora de Organización, Selección y Calidad de Adecco.

"Cuando un cliente pide un licenciado o ingeniero, entendemos que la oferta va dirigida a hombres y mujeres, sin discriminación -agrega Maroño-. Es ahora, que empezamos a publicar en masculino y femenino, cuando ver un genérico da más pie a entender que sólo se dirige a un sexo".

Aunque quedan aspectos abiertos. "Esperamos que el Ministerio de Igualdad o algún organismo implicado nos pueda dar un diccionario de categorías para saber cuáles son masculina o femenina o cuáles deben ir en la doble fórmula". En el mercado laboral te encuentras este tipo de discriminaciones, reconoce Encarna Maroño, aunque opina que las empresas están cada vez más abiertas a emplear a todo tipo de colectivos.

Cuando recibimos una petición expresa de "un varón o una mujer, de determinada edad, nacionalidad, religión,... en términos que entendemos discriminatorios", indica la directiva de esta empresa de gestión de Recursos Humanos, "introducimos entre los candidatos alguno que no se ajusta exactamente al perfil, para que la selección no venga dada por ahí, sino por su capacidad para desempeñar el trabajo". "Y en un porcentaje elevado lo hemos conseguido".

10.000 INSPECCIONES

No obstante, estudios económicos y sociológicos destacan que, pese a la mejora en el empleo femenino, siguen siendo muy importantes las desigualdades salariales y de oportunidades, de temporalidad y limitaciones por maternidad. La Inspección de Trabajo y Seguridad Social, según el Plan de actuación en materia de Igualdad, debe comprobar el cumplimiento de las normas en 10.000 empresas en 2008-2010, más de 3.000 en este ejercicio, de acuerdo con sindicatos y Comunidades Autónomas.

Las actuaciones hasta septiembre, por denuncias o programadas, han sido 873, y en 49 casos se propusieron sanciones que suman 502.243 euros. Diecinueve de las infracciones, según datos facilitados, fueron por discriminación laboral -diferencias de salario o promoción profesional- y se propusieron multas por 206.137 euros.

Dieciocho sanciones, por un importe global de 133.766 euros, obedecieron a desigualdades en el acceso al empleo -en la publicación de las ofertas o la selección de candidatos-, mientras que otras 12 -con multas por 162.340 euros- fueron por incumplimiento en prevención de riesgos por maternidad y embarazo.

Los inspectores vigilaron también la normativa sobre Planes de Igualdad, acoso sexual, normas sobre conciliación familiar y laboral y negociación colectiva. Las multas oscilan entre los 626 y 6.350 euros y, en caso de infracción "muy grave", como la discriminación en el acceso al empleo o las condiciones laborales, entre 6.251 y 187.515 euros.

Las empresas "son conscientes de que hay discriminación y alegan múltiples razones: económicas, que las mujeres no participan en la formación...".

NO HAY DIRECTIVAS

Los sindicatos coinciden en la falta de información para valorar el cumplimiento de la Inspección. "Hay un retraso evidente sobre lo previsto", declaró Carmen Bravo, secretaria confederal de la Mujer de CC.OO. "No tenemos datos ni sobre la elaboración de Planes de Igualdad -obligatorios para empresas de más de 250 trabajadores- ni otros resultados y ya es tiempo de que se evalúe", afirma.

Los casos se van conociendo por los medios de comunicación. Un juez reconocía en septiembre la desigualdad en la promoción de las empleadas de la Caja de Ahorros de la Inmaculada (CAI) en Aragón. Sólo 25 mujeres ocupaban puestos directivos, frente a 244 hombres con esas responsabilidades. El director general, que anunció el recurso, advertía de que si el análisis se aplicase a todas las empresas, "la fotografía aún sería más negra".

Las empresas, señala Carmen Bravo (CC.OO), "son conscientes de que hay discriminación y alegan múltiples razones: económicas, que las mujeres no participan en la formación...". "Hay muchas justificaciones -añade Elisa García (UGT)-. No van a reconocer: sólo queremos a las mujeres para que saquen el trabajo de campo, que para mandar estamos nosotros".

Cada vez se habla más de la igualdad en las empresas -declara Encarna Maroño-, "pero a nivel de dirección hay cosas que trabajar, no sólo en la paridad de acceso a cargos directivos, sino en garantizar que los sistemas de evaluación y promoción sean objetivos". El dilema que encontramos -continúa- es que empresas en las que el 80% de la dirección son hombres deben plantearse trabajar en términos de igualdad "y, como mujer, no me gustaría que me pusieran en un puesto 'X' por ser mujer, sino por haber demostrado mi capacidad".



Publicada originalmente en la siguiente dirección de internet:

http://www.rrhhdigital.com/ampliada.php?sec=45&id=55431