sábado, 9 de enero de 2010

La crisis pone al jefe en el punto de mira de la empresa

Noticia enviada por Enrique Rebollar Morato


Cristina Martín Frutos
25-10-2009 02:58:15

Presionados por la cuenta de resultados, por ser mejores que la competencia, por hacer más con menos recursos. El panorama que se les presenta a los jefes de las empresas de nuestro país no es mucho más alentador que el que afronta cualquiera de los empleados a su cargo. Sin embargo, el líder tiene la obligación de superarlo, o al menos de luchar por ello: lo lleva en el sueldo, en el puesto y en la responsabilidad de ser la cabeza visible de todo un equipo. El problema está en que todos conocemos la teoría pero en la práctica, las cosas se complican bastante.
«La alta presión, la urgencia de resultados, el estrés... propician que el directivo comience a encontrar dificultades para reconocer los errores, para comunicarse y confiar en sus colaboradores», apunta Teresa Alonso, senior consultant partner de Krauthammer, que, además, extrae una tendencia de esta situación: «Muchas veces el jefe cae en la trampa de ser el solucionador de problemas».
Borja Vilaseca, autor del libro «Encantado de conocerme» (Plataforma Edit.), cree que este tipo de situaciones pone al ser humano en el lugar que le corresponde: «En el centro de la empresa». «Ni la tecnología, ni el dinero -comenta-. Sólo el ingenio humano, la capacidad de superación, de cooperación y el coraje podrán ayudar a salir del bache». Sin embargo, una vez más, la realidad no suele ser acorde a la teoría. Para Vilaseca, que codirige la primera edición del máster en Desarrollo Personal y Liderazgo de la Universidad de Barcelona, las patologías detectadas por Teresa Alonso son mucho más evidentes en épocas de inestabilidad: «La crisis pone de manifiesto nuestras carencias como sociedad».
Si tenemos en cuenta que la confianza, la comunicación -de arriba abajo, de abajo arriba y de lado a lado- y la motivación son las principales armas que un directivo tiene para mantener a sus empleados comprometidos, mucho más en momentos como el actual, y que, por el contrario, son la incertidumbre, los rumores y la inseguridad las que toman el mando, la pregunta es evidente: ¿Se puede ser un buen jefe?
La última edición de los premios Directivo Plus, que desde el año 2006 pretenden reconocer la labor y cualidades de los líderes empresariales, demuestra que España no se ha quedado de repente sin profesionales eficientes y respetados por sus empleados. A principios de este mes, veinte de estos directivos fueron galardonados con esta distinción. Jaime Echegoyen, CEO de Bankinter, y Joshua Novick, consejero delegado de Antevenio, recibieron la mención especial en las categorías de gran empresa y pyme, respectivamente.
Ejemplares
Tanto Echegoyen como Novick confiesan que ser «directivos del año» es una sorpresa. Ambos reconocen que es una mención que se lleva con orgullo -sobre todo porque la candidatura al galardón parte del propio equipo- pero niegan haber hecho méritos concretos para obtenerla. En cambio, sus colaboradores más cercanos les consideran un verdadero ejemplo de profesionalidad.
Desde hace más de siete años, Mayte Soriano ocupa el puesto de secretaria del consejero delegado de Bankinter. Sin ningún empacho define a su jefe: «Es un ejecutivo bastante completo, y bastante cercano a sus colaboradores». Conceptos como el trabajo en equipo, la confianza y la delegación de responsabilidades jalonan el retrato que Mayte hace de Echegoyen, aunque también deja un lugar para una visión crítica. «Es muy accesible a todos los miembros, incluso demasiado y eso, a veces, se puede volver en contra», apostilla.
En términos muy similares habla Fernando Gárate de Joshua Novick, con el que colabora desde 1996. Gárate, que es director general de Centrocom -división de marketing de resultados de Antevenio-, reconoce que sin la relación de confianza que existe entre ambos no podrían haber superado momentos como la crisis de las puntocom, la integración de ambas empresas y la salida a Bolsa. «Al final los negocios también son sensaciones -señala-, por eso, la forma en la que percibes al que tienes enfrente (sea un cliente, un proveedor o un empleado), su apoyo y su confianza son esenciales para trabajar con seguridad».
Todos estos parabienes son para los premiados parte de su día a día como consejeros delegados. Jaime Echegoyen le quita hierro al asunto: «No puedes pensar que lo bueno es por ti y lo malo, por la culpa de los otros. El camino siempre es el contrario: si sucede algo bueno es por los que te rodean y si hay algún error, es tuyo». Novick coincide con esta relación directa con el equipo -«la cercanía es un logro muy importante»- y añade que, antes de cualquier otra cosa, el punto de partida para un liderazgo exitoso se encuentra en una adecuada selección del personal. «En nuestro caso no sólo buscamos un buen profesional sino alguien que cumpla la parte emocional», señala.
Más recomendaciones: durante una crisis, «nada de dramatizar ni de deprimir a los demás», aconseja el CEO de Antevenio. Echegoyen redunda en esta actitud -«no hay que transmitir pánico, ni miedo, ni incertidumbre-.
Al margen de épocas puntuales, como las crisis o los años de bonanza, Jaime Echegoyen concluye identificando lo mejor y lo peor de ser jefe. «Lo más satisfactorio es ver cómo las personas disfrutan con lo que hacen. Por el contrario, lo más difícil no es la gestión pura y dura, ni la macroeconomía, sino todo lo relacionado con las personas, sobre todo, decir adiós a cualquier miembro del equipo».
Liderazgo
El directivo y la economía de guerra
«Las empresas apostaban por ejecutivos orientados a la conquista de mercados, a la diversificación, la apertura de líneas de negocios... Desde diciembre de 2008 se ha dado un cambio dramático de perfil: las compañías quieren a gestores acostumbrados a hacer lo mismo o más con menos recursos». Krista Walochik, presidente de la firma de executive search Norman Broadbent, ha identificado un cambio de tendencia en la búsqueda de jefes como consecuencia de la situación económica. Las compañías necesitan a responsables que faciliten el cambio de estrategia por lo que los perfiles comerciales y de marketing han perdido fuelle. En términos de habilidades, Walochik concluye: «Se busca a alguien positivo, no `naif´, y que ponga en marcha una economía de guerra: que consiga un nuevo posicionamiento, pero ligero de recursos».
Publicada originalmente en la siguiente dirección de internet:

http://www.abc.es/hemeroteca/historico-25-10-2009/abc/Economia/la-crisis-pone-al-jefe-en-el-punto-de-mira-de-la-empresa_113924036326.html

4 comentarios:

  1. Comentario realizado por Monica Coppola

    Los jefes en épocas como las que estamos viviendo de crisis, propician que su presión y trabajo se multipliquen. Pienso que los máximos directivos de las empresas creen que la culpa de todas las acciones que ocurren en éstas negativas, las tienen los jefes bien de la empresa en general o de los determinados sectores en los que el trabajo se divida.
    Los jefes tienen que desarrollar sus características de líder en estos casos, dando lugar a tener una buena capacidad de comunicación tanto con sus directivos como con sus subordinados, buena inteligencia emocional, establecer y recordar a sus empleados los objetivos de la empresa, aprovechar las fortalezas de la empresa, saber trabajar con los mínimos recursos, etc… Estos aspectos son muy reconocidos por los directores en época de crisis.
    Además, estoy de acuerdo con Borja Vilaseca, ya que pienso que los problemas dan lugar a la colocación de los jefes como punto de unión fundamental de la empresa.

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  2. Comentario realizado por Yesica Contreras Fernández

    El texto se trata de un artículo periodístico, de tema económico y laboral. Es un documento de difusión general, dirigida a todo tipo de público, especialmente al empresario. Fue escrita el día 25 de octubre del 2009, por Cristina Martín Frutos.
    El documento trata un tema muy actual, la reacción de los jefes con sus empleados en época de crisis.

    Según el texto, los empresarios o jefes en épocas de baches económicos para la empresa, se han dedicado a intentar aumentar la producción o los servicios al menor coste, es decir, fabricar más con menos recursos. Este hecho ha provocado que las empresas de nuestro país no tengan un futuro muy prometedor a ese ritmo. Por otro lado, y según el artículo, en nuestro país sigue habiendo jefes con mucha capacidad para su puesto y que realice adecuadamente su trabajo, es el caso de algunos ejemplos que cita el texto. Aun así, es la presión en esta situación de crisis, la que hace que el jefe empiece a cometer errores como descuidar la comunicación con sus colaboradores o no tener capacidad de superación. Según algunos comentarios del texto, la clave estaría en confiar en los colaboradores, no dar pie a que se creen rumores, es decir, que haya buena comunicación interna y no haya externa. Pero además, ha de producirse un liderazgo exitoso y eso depende básicamente del jefe.

    Como hemos estudiado, en la actualidad se le esta dando mas importancia a los empleados, es decir, se esta creando una visión renovadora de los recursos humanos. Tradicionalmente se ha tenido una concepción, la cual, el objetivo era adaptar a las personas a las estructuras preexistentes, pero actualmente existe una concepción renovadora, en la cual, se considera al empleado como el potencial de la empresa. Por lo que el éxito de la empresa se verá determinado por las personas que la formen, sus empleados. Este nuevo enfoque reside en el compromiso que tengan los jefes con los trabajadores, procurando que estos últimos, estén de acuerdo con los valores de la empresa y haya en todo momento buena comunicación, tal y como exponen en el texto varios empresarios.

    Con todo esto, podemos deducir que en la actualidad se empieza a ver al trabajador como un recurso importante de la empresa y no como un coste. Por ello, según mi opinión, se esta avanzando mucho en esta materia, que lleva a obtener muchos mas beneficios por parte tanto del trabajador como del jefe. Es decir, la manera que plantea el texto de llevar una empresa en época de crisis no seria la correcta desde mi punto de vista, ya que, fabricar mas con menos recursos, llevaría a la situación de saturación e inestabilidad por parte de los empleados y dejaría como consecuencia una mala comunicación. Y según mi opinión, la comunicación entre empleados y jefe dentro de una empresa es la base de su crecimiento y de su éxito.

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  3. Comentario realizado por Sonia Gómez Méndez

    Esta noticia habla de la responsabilidad que tiene el jefe de una empresa en estos tiempos de crisis.
    El papel del jefe no es nada fácil en esta situación , y en estas circunstancias es cuando el directivo tiene que brillar con luz propia, tanto para conseguir la supervivencia de la empresa como para motivar a sus empleados y ejercer así plenamente las responsabilidades de su puesto. Debe ser consciente del cargo que ocupa y de la responsabilidad, de agarrase a sus capacidades y habilidades; los cuales ha de manifestar como cabeza visible de la organización.
    Es necesario tener unas buenas aptitudes para poder sobrellevar el negocio en estos malos tiempos que acechan al ámbito laboral y acometer sin dudas y con decisión las medidas que crea oportunas para garantizar la supervivencia de la empresa en el mercado.

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  4. Comentario realizado por Rosa González Núñez

    En mi opinión los jefes al igual que los empleados, cuando hay más presión de lo normal, se vuelven un poco más ineficaces, y es cuando se apoyan más en su personal. En los tiempos de crisis económica, como la que están pasando las empresas, éstas se esfuerzan al máximo por sobrevivir día a día, es una situación muy común en el panorama empresarial español, es ahora cuando el jefe debe demostrar porqué él tiene ese cargo y no otro.
    Al menos era esto lo que yo creía antes de leer este artículo, pero no es así del todo. Por lo visto el jefe se vuelve un tanto reacio al personal y a la situación.
    A mi parecer la forma de saber si un jefe es bueno, es porque la mayoría de sus empleados sientan admiración por él, y si no admiración un gran respeto y que reconozcan que es un buen profesional, al volcarse en su empresa; y no sólo por el reconocimiento, sino por que obtenga buenos resultados en su actividad. Además el jefe debe tener una buena reputación ya que es el representante de todo el personal de la empresa.

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