martes, 9 de diciembre de 2008

Se acabaron los mimos, que sois muchos

Noticia enviada por Laura Pageo Martínez



La mala marcha de algunos sectores y la congelación de contratos en otros llena el mercado de directivos de perfiles que hace sólo un año escaseaban


CRISTINA DELGADO 19/10/2008

Sueldos más elevados de lo normal, la vista gorda a ciertos defectos o ajustes en la compañía para ser irresistibles. Hace un año, nada era suficiente para atraer talento. Los responsables de recursos humanos se quejaban de que era imposible cubrir ciertos puestos de responsabilidad, "los mandos intermedios", como les gusta llamar a los que están por encima de la mayoría y por debajo de unos pocos. Ahora, ante la búsqueda de estos escurridizos directivos, los responsables de recursos humanos sonríen y callan. "Es más fácil", reconocen unos pocos. Se acabaron los mimos.
Las vacas flacas han llegado a algunos sectores que absorbían buena parte del personal cualificado para los negocios. En inmobiliarias, constructoras y firmas financieras no se mueve ni un papel. Otros sectores de momento se salvan, pero prefieren aguantar el tirón de un entorno económico más complicado sin cambios. No es momento de expandirse. Nada de engordar la plantilla más de lo justo y necesario. Y entre unos y otros, un grupo cada vez más nutrido de ejecutivos con experiencia, idiomas, preparación y ambición esperando a que llamen a su puerta.
"Hay un sector de directivos que cobra entre 50.000 y 80.000 euros al año, con carrera y máster, un inglés fluido y cerca de 10 años de experiencia. Son los predirectivos, y siempre han sido difíciles de localizar", explica Paula Allende, directora de search & selection en
Randstad. "El año pasado era imposible dar con ellos y mucho más sacarlos de sus empresas. Ahora, en cambio, hay más movimiento", reconoce.
Viernes 10 de octubre. Doce de la mañana. Feria de empleo en el Instituto de Empresa en Madrid. Una treintena de stands con especialistas en recursos humanos muestran todo el atractivo de empresas. Por los pasillos de la carpa pasean ejecutivos, abogados, economistas... Prevalecen corbatas y tacones. Nada de novatos. Todos han cursado un máster en el centro, para lo que ya debieron demostrar experiencia directiva.
En una de las casetas, la consultora KPMG recoge currículos. El personal de recursos humanos admite que las cosas han cambiado mucho en un año. "Ahora, en general, para los puestos de responsabilidad se ha pasado de coger a cinco a sólo tres. Y los podemos elegir entre muchos más candidatos", explica. Se trata de invertir en menos gente pero mejor. "Nos podemos permitir ser aún más rigurosos".
Un poco más adelante, la representante de DTZ, consultora inmobiliaria internacional, no deja de repetir lo mismo. "Me quedo con tus datos, pero no tenemos ningún proceso abierto". Dice estar sorprendida. "Pensaba que no tendríamos muy buena acogida y tampoco buscamos a nadie, pero nos están llegando personas con perfil muy completo que hace un año, cuando los necesitábamos, eran imposibles de localizar y caro de conseguir", cuenta desde detrás del mostrador.
"El mercado de trabajo es eso, un mercado. Si crece el número de trabajadores disponible, baja su precio", explica José Ignacio Arraiz, presidente de Hay Group. "Es muy duro decirlo, pero es como el pescado o el marisco en navidad, cuyo precio se dispara porque hay mucha demanda, y luego vuelve a caer", analiza. Arraiz matiza que no está pasando en todos los sectores. Afecta sobre todo a lo relacionado con el ladrillo. "Hace dos años un aparejador en Marbella podía cobrar 100.000 euros y era imposible encontrarlos. Ahora cobran la mitad, y eso si encuentran trabajo".
Otros sectores siguen teniendo graves agujeros sin cubrir. "En eólica, energías renovables, tecnología, aún falta gente", puntualiza Jon Zárate, director general de Human Management Systems. Ellos tienen oficina en el extranjero, y ven en estos países otra salida para el personal cualificado. "Brasil tiene una importante industria del petróleo. China empieza a demandar perfiles menos industriales y más comerciales", explica.
Miércoles 15 de octubre. Doce de la mañana en la feria de empleo de la Universidad Complutense de Madrid, donde también participan la Universidad Politécnica y la UNED. Un caladero de recién licenciados y universitarios. Aquí predominan los pantalones vaqueros y las zapatillas. Chavales sin experiencia. Empresas que buscan incorporaciones de base y becarios.
El representante de la consultora Ernst & Young quiere "gente con ganas". Reconoce que las incorporaciones a auditoría se han ajustado. "Crecen otros sectores, como transacciones, fraude...".
Igual ocurre en el mostrador de Bankinter. "Seguimos buscando a personas para comerciales de oficinas", explica la encargada del stand. "En general hay menos oferta en los bancos y más demanda. Ahora tenemos overbooking de currículos", comenta.
En la esquina que ocupa la compañía Álava Ingenieros eso no pasa. "En nuestro sector sigue siendo muy difícil encontrar personal", se lamenta. Todos los profesionales coinciden. A los expertos en ingeniería industrial aeronáutica, telecomunicaciones e informáticos aún hay que saber enamorarlos.

Publicada originalmente en la siguiente dirección de internet:

http://www.elpais.com/articulo/servicios/acabaron/mimos/sois/muchos/elpepueconeg/20081019elpnegser_1/Tes

1 comentario:

  1. Comentario realizado por Jacqueline Pereira da Silva

    Con el problema que estamos viviendo en los tiempos que corren acerca de la falta de trabajo, es cada vez más evidente que las empresas son más exigentes en la búsqueda de nuevos empleados. Así se refleja en el artículo citado, donde las mismas requieren un personal calificado y además con experiencia. Como ahora hay pocas plazas de trabajo sin cubrirse los empresarios se aprovechan de esta situación ya que hay más posibilidades de elegir y de esta manera apuntan a personas realmente calificadas, pues lamentablemente las hay y muchas en las listas del paro. Además, las empresas pueden ofrecerles salarios menores de los que les hubieran ofrecido en una situación normal: para las empresas es muy rentable pues significa “calidad y poco gasto”.
    Para quien termina la carrera en estas fechas se ve en un “mundo” complicado pues no tiene experiencia suficiente y esto aunque hable varios idiomas, puesto que para las empresas lo más importante es la experiencia laboral. De todas maneras, la situación es similar para los que tienen experiencia ya que el mercado también está saturado y no sobran plazas, entre ellos existe mucha competencia. Además de la experiencia también encontramos el factor de la edad, ya que las empresas quieren gente muy calificada pero también joven. Así, aquellos que pierden su trabajo y tiene una edad que para los empresarios es considerada “avanzada” por más experiencia que tengan es difícil competir con un joven de experiencia similar o algo inferior. Antes de la crisis era claro que este tipo de trabajador altamente cualificado era difícil encontrarlo, pero claro con la falta de liquidez de las empresas, los cierres de muchas de estas, etc., han provocado que este tipo de trabajadores hayan engrosado la lista del paro.

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