En España todavía se aplaude al trabajador que se queda en la oficina hasta las tantas, cuando debería ser al revés. La persona que se encadena a su mesa horas y horas, o no sabe trabajar, o tiene más trabajo del que puede asumir.
Cada viernes a las dos de la tarde apagan religiosamente los ordenadores, recogen sus cosas y se van. El que quiere quedarse puede, pero tiene que tener un motivo para ello. Los demás, a casa. 'Aunque parezca increíble al principio tuvimos que hacer cosas para que la gente se fuese. Apagábamos los ordenadores o hacíamos que los jefes dijesen a cada uno de los equipos: venga, hoy nos vamos a las dos'. Elena Pérez, directora de Asuntos Corporativos de Diageo, no está describiendo una jornada intensiva, sino un ejemplo de lo que comienza a conocerse en España como la política de apagar las luces. Un modelo de gestión defendido por empresas que no valoran los horarios maratonianos ni a los empleados exhaustos, sino el cumplimiento de objetivos, la buena planificación y la eficiencia.
'En España todavía se aplaude al trabajador que se queda en la oficina hasta las tantas, cuando debería ser al revés. La persona que se encadena a su mesa horas y horas, o no sabe trabajar, o tiene más trabajo del que puede asumir', explica Paco Muro, presidente ejecutivo de la consultora Otto Walter España.
Muro está convencido de que las largas jornadas que aún imperan en la mayoría de las compañías españolas se deben a la baja calidad de dirección de los ejecutivos. 'En los países escandinavos o en Suiza, por ejemplo, se entra a las ocho en punto -ni a las ocho y cinco ni a las ocho y diez- pero, eso sí, a las cinco no queda ni un alma'.
En Diageo, hace tres años que el horario del viernes se cumple a rajatabla. Al principio, los empleados tenían que pedir permiso para quedarse. Ahora, la situación se ha normalizado. Y funciona. 'Es un mito la idea de que quedarse más tiempo incide en la productividad. Nosotros no hemos notado ninguna diferencia. Puede que cuando la gente está atada a una cadena de producción las horas se noten, pero en nuestro caso lo importante son los objetivos', señala Elena Pérez.
En IBM España no hay normas estrictas respecto a la hora de salir. Se practican horarios flexibles, pero cada día a las siete de la tarde la compañía apaga las luces como un modo de ahorrar energía. 'No echamos a nadie, el que quiera puede encender la luz y quedarse, pero a esa hora queda poca gente', explican fuentes de la empresa. La razón de que los empleados no estén en la oficina a las siete se debe a que la compañía dota a cada trabajador de un portátil y un teléfono móvil para que hagan el trabajo cuando y donde quieran. El límite, una vez más, es cumplir los objetivos. 'No valoramos a la gente por las horas de presencia en la empresa, sino por si cumplen o no con lo que se les pide. Practicamos una cultura de confianza mutua'. señalan. Como a Diageo, les funciona.
El ejemplo de Sanitas es similar. El horario es de 33 horas semanales. Los cursos de formación jamás exceden del horario de trabajo. Y las reuniones nunca se convocan a última hora. 'No se valora trabajar muchas horas, sino la rentabilidad y la productividad del empleado. Y en ese capítulo tenemos el índice más alto del sector', señalan fuentes de la compañía. No se apagan las luces a una hora determinada, pero los viernes por la tarde no se trabaja y los encuentros de trabajo tienen hora de inicio y hora de finalización.
'Los directivos tienen que empezar a mirar mal al empleado que alarga las jornadas. Alguien que al llegar comenta el partido, dilata el café, alarga las reuniones y eterniza las comidas no es más eficiente que una madre con reducción de jornada que hace su trabajo y se va a las cuatro a casa', afirma Paco Muro, de Otto Walter España. La consultora ha realizado un informe que concluye que el 96% de los directivos españoles ya no valora que los empleados trabajen más horas de las pactadas en el contrato, sino que cumplan con su trabajo y sean eficientes.
En Diageo algunos empleados aprovechan los viernes por la tarde para ir a buscar al colegio a sus hijos. 'Tenemos muchas anécdotas. Al principio algunos nos contaban que era una rareza para los niños y que hacían casi una fiesta frente a sus compañeros. No muchos padres pueden recoger a sus hijos', señala la directora de Asuntos Corporativos.
Jornadas eternas. Cuando el problema es el jefe
El adicto. La abundancia de directivos con adicción al trabajo es uno de los motivos que explican las largas jornadas laborales que se soportan en España. 'Los adictos al trabajo arrastran a los demás. Son incapaces de ponerse en el lugar de los otros y de darse cuenta de que hay un problema y que el problema son ellos mismos', explica Paco Muro, de Otto Walter España.
El equivocado. Otro perfil de ejecutivo que ve con buenos ojos el exceso de horas es aquel que cuenta con una cultura empresarial baja y considera que exprimir a los colaboradores es la mejor forma de obtener buenos resultados. 'No sabe dirigir a su gente por rendimiento y por objetivos y hace lo fácil: mirar si estás en tu mesa hora tras hora', señala Muro.
El antihogar. Es un modelo de directivo que nunca parece tener prisa por irse a casa. 'Se da en muchos ejecutivos que llegan a la cincuentena. Sus hijos son mayores y se preguntan: ¿qué voy a hacer en casa a las siete de la tarde?', explica Paco Muro. Una versión de este perfil es el del directivo extranjero que vive en un hotel y prefiere trabajar a irse a su alojamiento.
Cómo Manejar el tiempo
Saber administrar el tiempo es fundamental para acortar su jornada. Según un estudio de Monster, éste es el camino a seguir:
Planifique
Haga un plan por escrito detallando el tiempo para cada tarea. Tenga en cuenta descansos e interrupciones.
No prometa
Fije fechas de entrega viables e incluso amplias. Si termina antes, su jefe lo valorará.
Divida la tarea
Los grandes proyectos se manejan mejor si se dividen en fases.
Diga no
Aprender a fijar límites es esencial.
Publicada originalmente en la siguiente dirección de internet:
http://www.arearh.com/rrll/siete.htm
Comentario realizado por Jesús Morales Dominguez
ResponderEliminarVemos en la noticia como directivos de grandes empresas le dan cada vez más importancia a la eficiencia en el trabajo de los empleados, según ellos esa la mejor forma de funcionar.
Esto es una evolución positiva con respecto a lo vivido antes, ya que largas jornadas de empleo no significa mayor productividad, los empleados terminan agotados y pierden más tiempo, el buen camino es hacer lo planificado en el tiempo planificado y entonces es cuando se esta trabajando eficientemente y eficazmente.
Bajo mi punto de vista es una posición muy acertada la que están teniendo estas empresas, en situaciones normales los jefes se sentirían muy contentos con el trabajo de sus empleados si estos trabajaran más horas de las pactadas en el contrato por voluntad propia, sin embargo aquí no ocurre esto, cuando llega el cierre de la empresa se intenta que ningún trabajador se quede trabajando.
Si el trabajador es eficiente en su trabajo, este producirá igual que un trabajador que haya echado más horas, a su vez estará más motivado y más feliz en su puesto y eso también se notará en el rendimiento.
En nuestro país existe una idea generalizada de que entre más horas se trabaje mayor será la productividad obtenida, esta idea es algo que hay que cambiar, porque el camino hacia la mayor productividad es la mayor eficiencia, los directivos de las empresas españolas se tienen que dar cuenta que no siempre hacer muchas horas extras viene bien para la empresa.
Comentario realizado por Claudia Alvarez-Ossorio Brevia
ResponderEliminar"A las siete, nadie en la oficina. Un buena frase que a todos nos gustaría escuchar cuando nos ofrecen un trabajo. Pero creo que hoy en dia no es así, que como muy bien dice la noticia, la mayoria de los directivos tienen una idea totalmente diferente a eso, "La abundancia de directivos con adicción al trabajo es uno de los motivos que explican las largas jornadas laborales que se soportan en España". La verdad, que da que pensar, y aplaudo a quienes hayan escrito esta noticia porque llevan toda la razón. ¿Por qué un trabajador que hecha mil horas en la oficina y pelotea al directivo es mejor trabajador que el otro, cuando ni sabemos cómo está desarrollando su trabajo? 'En España todavía se aplaude al trabajador que se queda en la oficina hasta las tantas, cuando debería ser al revés. La persona que se encadena a su mesa horas y horas, o no sabe trabajar, o tiene más trabajo del que puede asumir'. Cuando me ofrecieron un trabajo, hace tiempo, alguien conocido me recomendó: Hecha mas horas, quédate a hacer otros trabajos aunque hayas acabado del tuyo, cae bien. Una profesora, nos dijo hace poco tambien en clase: Cuando estéis de prácticas en empresas, o empecéis a trabajar, hechar mas horas, quedaros hasta última hora, poned interés en todo. Y yo pensé: ¿Por qué debemos de hacer más de lo que nos manden? ¿Por qué hechar mas horas? Desde mi punto de vista sería mejor consejo: Aprovechad el tiempo, aprended de todo y actuad con eficacia y eficiencia. Ojala algun dia, esta mirada cambie, y se valore al trabajador por su trabajo hecho, no por cuanto tiempo hecha en la empresa, cuanto se integra o cuanto habla con el jefe."
Comentario realizado por Noemi Barrena Garcia
ResponderEliminarMe parece totalmente veridico todo lo que dice este articulo. Hoy en dia los empleados creen que por quedarse mas tiempo en el trabajo su jefe lo ve como algo productivo. Como bien dice el texto, esto no ocurre por una buena razon, esto es debido a que el empleado no ha terminado su trabajo a tiempo. Pero como tambien podemos leer depende del tipo de directivo esto tendra una vision distinta para cada empresa.
Me parece impresionante que algunas empresas tengan que llegar al punto de apagar las luces para que los empleados se marchen a sus casas. Tal como dice el articulo, eso cada vez ocurre menos pero estoy segura que en estos tiempos de crisis en el que el puesto de trabajo no esta asegurado al cien por cien, mas de un empleado se quedará mas tiempo del que debe con tal de demostrar a su jefe su interes por el trabajo y asi no ser despedido de su puesto. O tambien que la empresa HP de a sus empleados ordenadores y moviles para que hagan el trabajo donde quieran, en estos tiempos que corren no creo que le den tantas facilidades a los empleados, seguro que estaran en las condiciones generales de cualquier empresa.
Comentario realizado por Maria Lopez Lopez
ResponderEliminarComo bien dice el articulo las personas suelen quedarse mas horas despues de trabajar que antes,eso puede ser un dato curioso...Ya que podria ser un claro ejemplo de ello gente que llega tarde a su trabajo, despues se van a desayunar alargando al maximo su tiempo de descanso, y por ejemplo si es persona fumadora que se vaya a la calle fumando cada poco tiempo y claro a la hora de la salida se ve que su trabajo esta sin terminar y como debe entregarlo en un plazo corto de tiempo se ve obligada a realizarlo haciendo horas "extras" que en realidad se supone que son las horas que deberia dedicarle si hubiera estado todo el tiempo que las horas de trabajo tiene.
Otro ejemplo puede ser que todas las personas no somos iguales y entonces lo que una lo hace en X horas, otra podria hacerlo en menos o en mas y cada uno tiene su capacidad de hacerlo en un tiempo determinado, lo que esa persona deberia de coger mas o menos trabajo dependiendo de sus funciones.
La solucion a todos estos ejemplos que hemos planteado seria una buena planificacion de sus actividades y sus funciones. Y cumplir su horario adecuadamente.
Yo por poner un ejemplo particular tengo un familiar viviendo en el extranjero concretamente Londres, y segun nos han contado tiene su horario establecido, que no suelen llegar mas tarde ni mas temprano, el horario de salida, depende de si esta el trabajo del dia hecho pero que suelen salir a la misma hora. En ese sentido estan mejor planificado que nosotros, que cada uno tiene su horario diferente y va a su ritmo.
Yo veo que las empresas publicas se asemejan mas a ese tipo de horario ya que tienen su horario de entrada y el de salida, que todo el mundo suele cumplir.
Comentario realizado por Pilar Bellido Garduño
ResponderEliminarEn mi opinión creo que nadie debería trabajar más del tiempo estipulado, ya que creo que un buen rendimiento en el trabajo se debe en la mayor parte debido al descanso y el salir del lugar donde pasas el mayor tiempo del día. Una buena planificación del trabajo y de las tareas a desarrollar es lo que debería hacer todos los trabajadores (y si un día no le da tiempo a terminarlas ya se sacará hueco de otro día). Pero sé que esto se dice fácil pero se deberían tomar medidas por parte de todos, para que se pueda llevar a cabo la idea que se han implantado en otros lugares. Creo que es difícil que esto pueda llegar a desarrollarse y no porque se trabaje mal sino porque en la mayoría de los lugares hay siempre mucho trabajo. Un ejemplo podría ser: un camarero tiene un horario de 8 de la mañana a cierre del bar (que por ejemplo es a las 7 de la tarde), hasta ahí de acuerdo, el camarero cierra el bar, pero no se va a su casa y ¿Por qué? Porque si no recogiera el bar como se lo encontraría al día siguiente. Se deberían estudiar alternativas para un horario bien planificado.
Comentario realizado por Isabel Perez Quesada
ResponderEliminarBien, el artículo y cada comentario publicado hace referencia a la opinión de los directivos y que si los empleados ganan puntos quedándose o no mas tiempo del que le corresponde. Quizás algunos empleados hagan mas horas en busca de una buena impresión, pero creo que eso solo ocurre en empresas donde tienen un personal mas que suficiente para desempeñar el trabajo, como las nombradas en el artículo, pero ¿qué ocurre con los empleados que alargan su jornada laboral porque no hay el suficiente personal en la empresa?. Esto ya no es una cuestión de si vas a caer bien o mal, es una cuestión de que si no te quedas a terminar tu trabajo diario, al día siguiente no solo te quedarás un par de horas más, sino el doble para poder terminar lo que no pudiste ayer. Y otro punto que quisiera comentar es el que los directivos “YA” no valoran las horas de mas que eches en el trabajo, sino los resultados obtenidos, pues bien, ¿cuándo el directivo a tomado en cuenta si te quedas después del cierre o no?, y ¿se ha antepuesto en algún momento el valor de alargar las horas de trabajo a los buenos resultados?. Yo creo que no, pienso que en la mayoría de los casos nosotros mismos queremos creer que nos valorarán por ello, pero por mucho que te exprimas en el trabajo, si al final del periodo la empresa no obtiene lo que quiere, ten por seguro que esas horas de más se le olvidarán al directivo en un abrir y cerrar de ojos.
En definitiva, veo muy bien todo eso de querer promover que no se trabaje más de lo establecido, apagar las luces, dividir las tareas, decir no, etc.., pero todavía hay muchos directivos con una concepción tradicional donde la explotación de personal y la minimización de costes es lo principal, por mucho que queramos que apliquen una concepción renovada. Además, ya estaremos nosotros, los empleados, para satisfacerles en todo, ya sea por querer ganar puntos o por no perder el trabajo.
Comentario realizado por Caridad Jimenez Carmona
ResponderEliminarLos empresarios deben ser muy cautos a la hora de tratar a sus empleados ya que estos son el potencial de la organización.
Por un lado deben saber seleccionar al personal con el perfil más adecuado para un determinado puesto de trabajo, con el objetivo de que esta persona cumpla con el trabajo previsto.
Por otro lado, el líder también debe tener presente que cada empleado tiene fuera de la empresa una vida propia, y que si cumple con su trabajo, no es cuestión de echar más horas de las reglamentarias ya que esto puede perjudicar considerablemente a la empresa e incluso el trabajador podría renunciar a su puesto de trabajo.
Los actuales talentos escogen a sus empresas, sobre todo, por ciertos criterios (cómo puedo desarrollarme, qué puedo aprender y también de qué manera me respetan y de qué modo recibo feedback de mi directivo). El líder debe dejar de lado su ego y tener una facultad de empatía enorme.