martes, 18 de noviembre de 2008

Ahora que soy jefe ....

Noticia enviada por GABRIELA AZNAR BLANES

Lunes 15 de septiembre de 2008


En más de una ocasión, habréis criticado a personas de vuestra organización que ocupan determinados puestos de responsabilidad por realizar mal su gestión y dejarse influenciar por criterios que generan injusticias manifiestas entre los trabajadores a su cargo.

Lógicamente,
desde la “barrera” decís que en caso de que algún día llegaseis a ocupar un puesto de responsabilidad en vuestra organización no cambiaríais y seguiríais siendo los mismos, evitando caer en los errores que los anteriores cometieron con vosotros cuando erais subordinados.

Esto se dice muy fácilmente, sin embargo, se olvida con rapidez. Si somos poco discretos con este tipo de comentarios,
seguro que habrá quien nos haga tragar nuestras palabras, o simplemente, nos critique por lo mismo que habríamos criticado. Así que si no estáis seguros mejor permanecer prudentes sin afirmar nada de forma categórica.

Por otro lado,
los que progresáis, olvidáis pronto aquello que decíais. A algunos, se os sube el puesto a la cabeza y cambia vuestra actitud hacia las personas que hasta hace dos días eran vuestros compañeros de departamento.
Obviamente, vuestro puesto ahora es diferente pero tenéis que aceptar estas nuevas circunstancias con normalidad, comportándoos como antes y tratando a vuestros anteriores compañeros con naturalidad haciéndoles ver que, a pesar de que ahora seáis sus jefes, vais a seguir siendo los mismos.

Si queréis ser unos buenos responsables debéis ser uno más del grupo, integrándoos en el mismo y trabajando codo con codo con ellos. Si marcáis demasiado las diferencias vais a caer en los estereotipos de otros responsables. Debéis actuar con naturalidad y humildad, como si nada hubiese pasado; al fin y al cabo, el hecho de cambiar de posición no tiene que motivar un cambio de actitud hacia ningún compañero.
Simplemente, deberéis adquirir con rapidez el nuevo rol, adaptándoos y evolucionando satisfactoriamente.

También deberéis dejar claro desde el primer momento que hay que saber diferenciar la faceta profesional de la personal, para evitar malentendidos.
El hecho de que te lleves mejor con unos integrantes de tu equipo que con otros que han pasado a ser subordinados no debe influiros a la hora de tomar decisiones
; debéis ser objetivos y no dejaros influenciar a la hora de gestionarlos.

Es importante que incentivéis el dialogo dentro de vuestros equipos y que estéis disponibles
. El hecho de pasar a ser jefe no tiene que ser un impedimento para esto y aun deberíais estar más atentos a este tipo de cosas.

Las transformaciones considerables no son buenas cuando no tienen ningún sentido ni lógica porque las cosas tienen que venir motivadas por algo que lo justifique. Los cambios adecuados tienen que ser progresivos y ser coherentes. El cambiar de actitud por pasar a ocupar puestos de mayor responsabilidad es demostrativo de la falta de madurez por vuestra parte.

Publicado por Juan Martínez de Salinas

11 comentarios:

Senior Manager dijo...

Me siento identificado con el contenido del post, pues hace unos 10 años cuando era Supervisor me tocó ascender por encima de mis compañeros y de un día para otro pasé de ser amigo a enemigo. En mi caso no se trató de que se me subió el puesto a la cabeza, sino que conseguí un rechazo general porque había gente más antigua que yo, pero no tuve la culpa de haber subido más rápido que ellos, finalmente tuve que poner mano dura para no perder el control. La mayoría de los subordinados deberían de leer la historia de la espada de Damocles para que se den cuenta de lo que significa realmente ser jefe en términos de responsabilidad, no lo sabes hasta que no llegas allí.
Saludos
SM

15 de septiembre de 2008 11:30

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola SM,

Esto que comentas también pasa porque las personas siguen pensando equivocadamente que la antigüedad sigue teniendo peso para ascender antes que otras personas que llevan menos tiempo en la empresa.

Esto es un error porque lo que realmente debe importar para ascender es la valía en el desempeño del puesto y las capacidades que cada uno tenga y aporte desde un punto de vista objetivo.

Ciertos compañeros que esperaban el puesto y que ven que otra persona que no contaba para ellos se lleva el puesto generan muchas envidias y rebeliones. Esto lo única forma de pararlo, es comenzar con mano dura, para poner orden y una vez que las aguas vuelvan a su cauce, comenzar una labor consensuada, sin olvidar de marcar el camino a seguir.

Desde la barrera todo se ve muy bien y por supuesto ser jefe no es fácil porque conlleva responsabilidades mucho mayores que conlleva cosas negativas a parte de las positivas.

15 de septiembre de 2008 11:54

JAM dijo...

El problema es que algunas veces a las personas se nos olvida de dónde venimos. Un claro ejemplo es algo que he vivido hace unas horas, una persona pitándole al conductor de delante incluso antes de que el semáforo estuviese en verde por el hecho de llevar la "L", vamos será que el de atrás nació sabiendo conducir

15 de septiembre de 2008 14:05

Jose Miguel Bolivar dijo...

Es muy importante no sólo recordar de donde venimos sino ser conscientes de que podemos volver a una posición inferior en un momento dado o que alguno de nuestros subordinados de ahora sea mañana nuestro jefe.

JM

16 de septiembre de 2008 1:21

epampliega dijo...

Dirigir a las personas es siempre complicado y si de pronto tú subes a ser "jefe" de entre tus iguales con seguridad que vas a tener problemas como los que se mencionan en el post.

1.- Ahora tienes toda la información y debes presentar resultados. Claro en este momento no es tan fácil como visto desde el otro punto de vista.
2.- La envidia, que no la admiración te la encuentras seguro entre tus compañeros. Humano, pero un mal asunto.

Mucha mano izquierda y que no se pierda el norte, ahora tienes un cometido diferente que cumplir en la empresa y tus metas no son las mismas.

Mirando el lado bueno se conoce otra faceta distinta de tus compañeros y seguro que ganas unos buenos conocidos y algún enemigo para toda la vida.

No hay mal que cien años dure.

Un saludo,

16 de septiembre de 2008 1:31

SuKi dijo...

Interesante artículo. Personalmente no he tenido oportunidad de vivir experiencias como las que contáis en vuestros comentarios, pero supongo que no ha de ser nada fácil.

Un saludo y nos leemos :)

SuKi

16 de septiembre de 2008 6:49

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola JAM,

Gracias por pasarte.

En efecto debemos recordar que nosotros alguna vez también estuvimos en esa posición inferior. Tendemos a olvidar rápidamente lo que no nos interesa y a veces hay que pararse a pensar las cosas dos veces.

Saludos,

16 de septiembre de 2008 10:12

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola JM,

Lo que comentas tu también hay que tenerlo en cuenta. La vida da muchas vueltas y hoy podemos estar arriba del escalafón y mañana por distintas circunstancias encontrarnos de nuevo abajo teniendo como responsables a nuestros antiguos subordinados.

La carrera profesional es como una montaña rusa y debemos tratar bien a la gente para que ellos nos traten igual en el futuro.

16 de septiembre de 2008 10:15

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola,

Como bien dices las cosas cambian y debes tratar a los que antes eran vuestros compañeros con normalidad, sin embargo, ahora tú vas a tener que dar cuentas y se te van a exigir resultados que vana depender del trabajo de todo el grupo de personas que diriges.

Así que si surgen malentendidos iniciales por envidias deberás poner orden porque ahora también es uno de tus cometidos. Obviamente, vais a llevaros más de una sorpresa y alguna persona que supuestamente era tu amiga hasta entonces dejara de serlo y os demostrara como es realmente. Esto es la vida al fin y al cabo.

Saludos,

16 de septiembre de 2008 10:23

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola,

Como bien dices las cosas cambian y debes tratar a los que antes eran vuestros compañeros con normalidad, sin embargo, ahora tú vas a tener que dar cuentas y se te van a exigir resultados que vana depender del trabajo de todo el grupo de personas que diriges.

Así que si surgen malentendidos iniciales por envidias deberás poner orden porque ahora también es uno de tus cometidos. Obviamente, vais a llevaros más de una sorpresa y alguna persona que supuestamente era tu amiga hasta entonces dejara de serlo y os demostrara como es realmente. Esto es la vida al fin y al cabo.

Saludos,

16 de septiembre de 2008 10:23

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Suki,

Gracias por pasarte.

Pues si ciertamente no son situaciones agradables, sin embargo, de todo se aprende y sirve para curtirnos.

Saludos,

16 de septiembre de 2008 10:24

Originalmente publicado en la siguiente dirección de internet: http://blogderrhh.blogspot.com/2008/09/ahora-que-soy-jefe.html



2 comentarios:

  1. Comentario realizado por Isabel Perez Quesada


    Hola a todos;

    Yo he tenido la ocasión de vivir las dos situaciones, he sido subordinada y también jefa. En consecuencia he opinado sobre todo en cada una de estas situaciones, cuando era empleada, y he creído que los jefes lo han merecido, he criticado sus formas de actuar e incluso lo he manifestado, y sí, también decía que si alguna vez fuera jefa de alguien no cambiaría en absoluto, que no hacía falta, con lo bien que nos llevamos entre los empleados para qué fastidiarlo. Pues bien, por un motivo o por otro, nunca se es igual que antes, y no porque no lo intentes, sino porque al ocupar un puesto de responsabilidad tienes que demostrar una autoridad, y esto no está bien visto por todos. El empleado, en total ignorancia de lo que representa para una persona ser jefe, se limita a criticar, y no siempre se tiene razón, yo misma he criticado cosas que posteriormente me he dado cuenta de que no son tan horribles. Los compañeros de trabajo siguen viendo al trabajador que ha ascendido como a uno más, no se dan cuenta que ahora tiene otras responsabilidades y que tiene que cumplir unos objetivos. Entonces vienen los problemas, intentan exprimirte al máximo en su beneficio, y tu como tonto, accedes; pero entonces llega el día del tan odiado NO por los empleados, y ahí échate a temblar porque ya serás el jefe dictador que tú siempre habías criticado.
    De todas formas vuelvo a repetir que esta ha sido mi experiencia, no dudo que haya otras muchas situaciones y espero que así sea.

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  2. Comentario realizado por Cristina Aguilar Pinelo

    Estoy totalmente de acuerdo con esta noticia, refleja perfectamente que es lo que sucede cuando pasamos de ser unos simples subordinados a ser jefes de esos subordinados. Es cierto que desde la " barrera " todo se ve muy fácil, pero si mantenemos los pies en la tierra puede ser tan fácil como nos lo propongamos que sea. Tanto el que asciende en su puesto como el que no, debe de mantener la cabeza sobre los hombros y los pies sobre el suelo para que el funcionamiento de la empresa sea correcto, el entorno agradable y el desarrollo de las funciones de cada puesto más fácil y pacífico.
    Es difícil llevar a cabo un puesto de responsabilidad como para que lo compliquemos más con actitudes como la envidia o los celos ( en el caso de que nosotros nos encontremos por debajo del jefe ) o con actitudes de grandeza y superioridad ( si nosotros somos los jefes ).

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